Los rootkits son código que en principio no es dañino por sí solo pero que usado conjuntamente con un virus, un troyano o spyware resulta muy peligroso ya que puede ocultarlo, haciendo invisible al propio virus y a sí mismo para que no pueda ser detectado por muchos de los antivirus actuales.
Un rootkit oculta inicios de sesión (logins), procesos, archivos y registros (logs). Puede incluir software para interceptar datos procedentes de terminales, conexiones de red e incluso el teclado (keylogger). Los rootkits son habitualmente considerados troyanos.
F-Secure BlackLight Rootkit Eliminator sirve para detectar y eliminar ‘objetos’ ocultos, tanto a la vista del usuario (si vas a la carpeta en la que está el rootkit no lo verás) como a las utilidades de seguridad habituales.
Esta utilidad es muy sencilla, basta con ejecutarla (no requiere ser instalado) e indicarle que inicie el escaneo.
Sus mayores virtudes probablemente son que sólo muestra cuando realmente ha encontrado un rootkit, su velocidad de análisis y la posibilidad de eliminar rootkits activos (los marca para eliminarlos al reiniciar).
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